jueves, 11 de junio de 2015

Observacion general del paciente.-

La observación  general o inspección general del paciente es el examen del enfermo por medio de la vista. Esta parte del examen físico comienza desde el momento que vemos al paciente por primera vez. Al principio la atención se centra en su aspecto general, su actitud, cómo se desenvuelve, cómo se comunica. Todo esto ocurre mientras se entabla el primer contacto y luego mientras transcurre la conversación. Posteriormente, cuando se efectúa el examen físico, la observación se dirigirá a aspectos más específicos.




Para practicar el examen físico de forma adecuada, el observador precisa de varios requisitos:

·         Buena luz o iluminación
·         Posición correcta del paciente
·         Atención del médico a los detalles
·         Entrenamiento de quien la realice
·         Que se realice sin prisa


Las técnicas o particularidades de orden general, comprenden:

-          Hábitos y vestimenta
-          Marcha, biotipo, actitud y facies.
-          Talla, peso y temperatura.
-          Piel, mucosas y fanera (pelo y uñas).
-          Tejido celular subcutáneo y panículo adiposo.

Los acápites a valorar en la observación son:

·         Físico
·         Emocional


En este proceso, que dura todo el tiempo que estamos con el paciente, se está captando una gran cantidad de información. Es necesario entrenar el ojo para realmente "ver". Es muy posible que distintas personas miren una situación determinada y capten diferentes aspectos. El médico se entrena para captar lo que al paciente le ocurre. Con la vista no se hace solamente un "examen físico" orientado a la anatomía, sino que se trata de captar al enfermo como persona: cómo se viste, cómo es su manera de ser, si tiene una expresión de estar preocupado, angustiado o deprimido, etc. Indudablemente, así como la vista aporta información, la conversación la amplía y la enriquece.
No solamente nos concentramos en el paciente, sino que también captamos quién lo acompaña, y, si está en su casa, cómo es el ambiente que lo rodea, qué medicamentos hay sobre su velador, etc.
Otro aspecto importante es efectuar la inspección en buenas condiciones, despejando la ropa en la medida que es necesario. Por ejemplo, al examinar el abdomen, es necesario que esté ampliamente descubierto para efectuar una buena observación.
Es conveniente lograr un buen equilibrio entre el pudor del paciente y la necesidad de efectuar un buen examen. Frecuentemente se examina por secciones que se van descubriendo en forma sucesiva. Al final, todo el cuerpo debe ser visto, de modo que no se escape, por ejemplo, una hernia inguinal, un tumor testicular, un nódulo mamario, o un melanoma de la planta del pie.



Posición y decúbito

La posición se refiere a la postura que la persona adopta estando de pie o acostada. Habitualmente cuando está acostada se habla de decúbito.

Normalmente cuando la persona está de pie tiene una postura erecta, activa, que puede cambiar a voluntad. En algunas enfermedades la posición o postura puede tener características especiales.

Los decúbitos normales de una persona que puede moverse sin limitaciones son:

·                     Decúbito dorsal o supino activo, si está de espalda.
·                     Decúbito lateral activo, si está sobre un costado.
·                     Decúbito ventral o prono, si está boca abajo, sobre el vientre


Ejemplos de posiciones o decúbitos que la persona adopta por aspectos propios de la enfermedad:

·                     Postura de pie del paciente con enfermedad de Parkinson: Se nota rígido, inclinado ligeramente hacia adelante, algo encorvado, con las extremidades superiores adosadas a los flancos y con un temblor grueso.

·                     Postura de pie del paciente con una hemiplejía: en el hemicuerpo paralizado su brazo se encuentra en contacto con el costado y el antebrazo y la mano, están en semiflexión y pronación; la pierna, a su vez, permanece en extensión.

·                     Postura antiálgica o antálgica: posición que adopta el enfermo para evitar el dolor.
·                     Posición genupectoral: Algunos pacientes con pericarditis se hincan de rodillas y se inclinan hacia adelante hasta apoyarse en los codos o el pecho, semejando una plegaria mahometana. Un equivalente a esta postura es la posición de Bleechmann, en la que el paciente está sentado en la cama, con las piernas flectadas, e inclina su tronco hacia adelante, para apoyarse en una almohada sobre los muslos.
·                     Posición de Fowler: es cuando el paciente se encuentra acostado, y su cama se ha levantado con unos tacos colocados en las patas del catre de modo que la cabeza queda más alta que los pies. Se usa en situaciones de insuficiencia arterial aguda.
·                     Posición ginecológica: es cuando una paciente es colocada en un decúbito dorsal, con sus piernas en flexión y sus muslos en flexión y abducción. Facilita el examen ginecológico.
·                     Posición de Trendelenburg: es cuando el paciente se encuentra acostado, y el lado correspondiente a las patas de su cama se ha levantado con unos tacos de modo que los pies quedan más altos que la cabeza. Se usa en situaciones de edema o tromboflebitis de las extremidades inferiores.

Marcha o deambulación

Se refiere a la forma como el paciente camina. Lo normal es hacerlo en forma activa, con control de los movimientos en los que se nota coordinación y armonía, y la persona se desplaza a voluntad, habitualmente siguiendo una línea sin mayores desviaciones. Esta forma de deambular se altera en distintas enfermedades. A continuación se presentan algunos ejemplos:

  • ·                     Marcha atáxica o tabética: se caracteriza porque es inestable, con base de sustentación amplia, con una coordinación alterada de modo que en cada paso la extremidad inferior es levantada con más fuerza que la necesaria y luego el pie cae bruscamente golpeando el suelo con toda la planta. Se ve en pacientes con síndrome cerebeloso y tabes dorsal.
  • ·                     Marcha cerebelosa: es un deambular vacilante, con una base de sustentación amplia, como lo que se puede apreciar en una persona ebria. Se puede ver en pacientes con síndrome cerebeloso.
  • ·                     Marcha de pacientes con polineutitis (marcha equina o "steppage"). Debido a una imposibilidad de efectuar una flexión dorsal del pie por parálisis de los músculos peroneos, la persona debe levantar más la pierna de modo de no arrastrar el pie y luego éste se apoya primero en la punta y luego la planta. Recuerda el trote elegante de algunos caballos (steppage).
  • ·                     Marcha espástica (en tijeras): las piernas están juntas y rígidas por espasticidad; para avanzar, la persona efectúa movimientos alternantes con sus caderas y logra dar pasos cortos.
  • ·                     Marcha del hemipléjico: se caracteriza porque el enfermo avanza la extremidad inferior del lado pléjico haciendo un semicírculo arrastrando el borde externo y la punta del pie; su brazo se encuentra en contacto con el costado y el antebrazo y la mano, por delante del tronco, están en semiflexión y pronación.
  • ·                     Marcha parkinsoniana: se ve en pacientes con enfermedad de Parkinson y se caracteriza por pasos cortos, una postura del cuerpo flectada hacia adelante, con riesgo de perder la estabilidad, y ausencia de braceo.




Facie y expresión de fisonomía

Se refiere al aspecto o expresión de la cara. A medida que transcurre la entrevista médica, es posible captar por la forma como el paciente se expresa y por su semblante, si está sereno, angustiado, depresivo, etc. La facie de un paciente puede presentar rasgos característicos que orientan a una determinada enfermedad.

 Algunos ejemplos se presentan a continuación:
·                     Facie acromegálica: se caracteriza por la prominencia de la mandíbula, macroglosia, protrusión del hueso frontal y rasgos toscos por crecimiento de huesos y tejidos blandos. Se encuentra en tumores hipofisiarios productores de hormona de crecimiento.



·                     Facie cushingoide: la cara se ve más redonda ("cara de luna llena"), la piel se aprecia más fina y eritematosa y es frecuente observar mayor cantidad de vellos y lesiones de acné. Se ve en cuadros asociados a exceso de corticoides.


·                     Facie hipertiroídea: se caracteriza por una mirada expresiva, que está determinada por una ligera retracción del párpado superior; en algunos pacientes existe un exoftalmo (protrusión de los globos oculares). La piel se aprecia fina y húmeda. Se asocia a un exceso de hormona tiroídea. Al solicitar al paciente que siga con la mirada el dedo del examinador desde arriba hacia abajo, se hace más notoria la esclera del ojo entre el borde superior del iris y el borde del párpado superior. Este es el signo de Graefe.


·                     Facie hipotiroídea o mixedematosa: destaca la poca expresividad del rostro, asociado a rasgos abotagados (viene de "hinchazón"), aspecto pálido amarillento, piel áspera y pastosa, pelo escaso, edema periorbitario y macroglosia; con alguna frecuencia se pierden las cejas en los lados externos. Se asocia a cuadros en los que existe un déficit de hormona tiroídea.


·                     Facie hipocrática: puede encontrarse en enfermedades graves como una peritonitis aguda o un estado de shock (colapso circulatorio). Se caracteriza por un perfil enjuto (delgado), con ojos hundidos, ojeras, palidez y sudor frío.



·                     Facie mongólica (del síndrome de Down). Se aprecia una inclinación mongoloide de los ojos, con pliegues epicánticos (pliegue de la piel que cubre el ángulo interno y carúncula de los ojos), puente nasal aplanado, implantación baja de las orejas y macroglosia.



·                     Facie parkinsoniana: se ve en pacientes con enfermedad de Parkinson. Se caracteriza porque tienen muy poca expresividad (hipomimia), pestañean poco, y puede escurrirse un poco de saliva por las comisuras labiales.


·                     Facie febril: se caracteriza por rubicundez, especialmente de las mejillas y ojos brillantes.


·                     Facie mitrálica: se observa en algunos enfermos con estenosis mitral. Las mejillas se presentan con una rubicundez cianótica.



Conciencia y estado psíquico: Examen mental

En esta sección es necesario efectuar un examen mental mediante el cual se obtiene información respecto al grado de alerta, el juicio, la inteligencia, la memoria, el estado de ánimo. Estos son parámetros que forman parte de la evaluación del estado mental de una persona y es necesario saber identificarlos y analizarlos.
Habitualmente, mientras transcurre la conversación con el paciente, el médico va recogiendo información sobre estos distintos parámetros: la forma cómo se viste, cómo se desenvuelve, cómo conversa, cómo analiza la situación, el tipo de preguntas que hace, etc. Todo esto lleva a formarse una imagen respecto al nivel de conciencia, la inteligencia, el estado anímico, la educación de la persona, el temperamento.
Esta evaluación debe estar de acuerdo al nivel cultural de la persona. Si su instrucción es muy básica, no se podrán solicitar operaciones complejas de tipo matemático o que requieran conocimientos que nunca adquirió.


Nivel de conciencia

Este parámetro se refiere al grado de alerta y orientación respecto al medio que lo rodea. Cuando el paciente impresiona algo comprometido de conciencia, es conveniente partir investigando lo siguiente.
·         Orientación en el tiempo: Se pregunta: ¿En qué fecha estamos? ¿En qué mes? ¿En qué año? ¿Qué día de la semana?...etcétera.

·         Orientación en el espacio: ¿Dónde se encuentra usted? ¿Está en un hospital? ¿En su casa? ¿Qué hospital es?...

·         Reconocimiento de personas: ¿Quién soy yo? ¿Qué labor desarrollo? Si está presente un familiar: ¿Quién es esa persona?

Además de las preguntas, para conocer el nivel de alerta de una persona se puede recurrir a otros estímulos: ruidos, mover al paciente, tocarlo, aplicar un pellizco suave en la región infraclavicular, presionar con un dedo el lecho ungueal o en la región retroauricular, sobre el proceso mastoides. Se trata de evaluar el grado de respuesta que se obtiene con estímulos de distinta intensidad, algunos de los cuales puede llegar a producir dolor, pero teniendo el cuidado de ser prudente, saber dosificar el estímulo y no infligir un daño.


Niveles de conciencia (despertar):
·                     Lucidez. Estado de plena alerta. Corresponde a la persona normal. Es capaz de mantener una conversación y dar respuestas atingentes a las preguntas simples que se le formulan.

·                     ObnubilaciónEl paciente se encuentra desorientado en el tiempo (no sabe la fecha) o en el espacio (no reconoce el lugar donde se encuentra); indiferente al medio ambiente (reacciona escasamente frente a ruidos intensos o situaciones inesperadas y está indiferente a su enfermedad). Es capaz de responder preguntas simples.

·                     Sopor. El paciente impresiona estar durmiendo. Si al estimularlo, despierta, pero no llegar a la lucidez, y actúa como si estuviera obnubilado, respondiendo escasamente preguntas simples, se trata de unsopor superficial; al dejarlo tranquilo, el paciente vuelve a dormirse. Si es necesario aplicar estímulos dolorosos para lograr que abra los ojos o mueva las extremidades (respuesta de defensa), se trata de un sopor profundo.

·                     Coma: no hay ninguna reacción a estímulos externos, incluso, aquellos capaces de producir dolor. Pueden presentarse reacciones no voluntarias que son más bien reflejos.
Otros aspectos importantes de evaluar en el examen mental son los siguientes:


Lenguaje

Es el sistema mediante el cual los seres humanos se comunican. En la evaluación del lenguaje se aprecia si la persona es capaz de entender las preguntas que se le formulan, de responderlas atingentemente, de entender un texto escrito, de escribir, de nombrar objetos que se le muestran. La extensión de esta evaluación dependerá de trastorno que exista.


Evaluación del lenguaje

Capacidad de comprender preguntas u órdenes simples y de responder. Formule preguntas o solicite efectuar acciones sencillas, como: "Saque la lengua", "Levante las manos", "Cierre los ojos". Por supuesto, si existe sordera o un déficit motor, la orden podría no tener respuesta por ese tipo de limitación.

Podría ocurrir que la persona comprenda la pregunta, pero por una afasia motora no es capaz de expresarse. Si no logra comprender la pregunta, podría tratarse de una afasia sensorial. Otra posibilidad es que la persona escuche bien, pero por un estado confusional, no da respuestas atingentes, aunque es capaz de hablar.

Otros parámetros relacionados con el lenguaje son:

-          Capacidad de nombrar objetos (por ejemplo, al mostrarle un lápiz o un reloj).
-          Capacidad de leer un párrafo.
-          Capacidad de escribir una frase (si la persona es capaz de escribir una frase, no tiene afasia).


Memoria

Es la capacidad de recordar hechos pasados. Estos pueden ser recientes o más antiguos (hechos remotos). También se evalúa la capacidad para retener nueva información.

·         Memoria de hechos remotos. Para investigarla se pregunta sobre cumpleaños, fechas nacionales memorables, respecto a la familia, dónde estudió, dónde trabajó, etc. Las personas que están desarrollando una demencia, como se ve en la enfermedad de Alzheimer, tienden a recordar mejor los hechos remotos que los recientes.

·         Memoria de hechos recientes. Se le pregunta por acontecimientos ocurridos durante ese día (p.ej.: en qué vehículo fue a la consulta, a qué hora tenía su entrevista, con quién ha estado en el día). En estos casos conviene hacer preguntas sobre aspectos que uno pueda confirmar ya que algunos paciente presentan confabulación (inventan hechos para compensar defectos de la memoria).

·         Capacidad para aprender cosas nuevas. Se le mencionan al paciente tres objetos (p.ej.: auto, lápiz, mesa), y se le repite lo mismo hasta que lo memorice. Después de conversar un rato de otros temas, se le pide recordarlos.


Funciones cognitivas superiores
·                     Pensamiento abstractoSe pregunta sobre parecidos (p.ej.: ¿en qué se parece un avión a un barco? ¿una manzana a una pera?), diferencias (p.ej.: ¿en qué se diferencia un enano de un niño? ¿un río de una laguna?) o sobre el sentido de un proverbio (p.ej.: ¡No por mucho madrugar amanece más temprano!). Esta capacidad se altera en situaciones en que la conciencia y la concentración están comprometidas.

·                     Cálculo aritmético y series invertidas. Se le solicita al paciente efectuar operaciones matemáticas simples (p.ej.: sumar 4 + 8... y se le va agregando otras sumas, sustracciones, etc., pudiendo aumentarse el grado de complejidad).
Otra posibilidad es solicitar que la persona efectúe inversión de series. Por ejemplo, contar desde 20 a 0, saltándose de 2 en 2 (20 -18 -...). De mayor complejidad es solicitar efectuar una resta partiendo del número 100 y sustrayendo 7 cada vez (100 - 93 - 86 - 79...).
Otra forma de ensayar series invertidas es solicitando deletrear palabras. Por ejemplo, deletrear NOMBRE al revés.

·                     Capacidad para reproducir un dibujo. Al paciente se le pasa una hoja en blanco y un lápiz, y se le pide que reproduzca un dibujo que uno ha efectuado en una esquina del papel, tal como un círculo, un cubo, una casa de líneas muy simples, un árbol, etc.
Otra alternativa es pedir que dibuje la esfera de un reloj o simplemente que trate de escribir su nombre.

Este tipo de pruebas sirve bastante para evaluar compromisos fluctuantes de conciencia, como ocurre en pacientes con encefalopatías metabólicas (p.ej.: en cirróticos con encefalopatía hepática). En la medida que los enfermos van mejorando, estas capacidades también mejoran, pudiendo llegar a normalizarse.


Estructuración del pensamiento y percepciones

La alteración principal del examen mental en algunos pacientes está en la estructuración del pensamiento, en su contenido y en una falla en la percepción o interpretación que hacen del medio ambiente. Esto lleva a distintas alteraciones de tipo cualitativo de la conciencia, como son los estados confusionales, los delirios, las psicosis.

·         ConfusiónEl paciente no es capaz de enjuiciar en forma correcta su situación y presenta desorientación en el tiempo y en el espacio, no reconoce a las personas y objetos familiares, no se concentra y falla su memoria.
·         Delirio. El enfermo impresiona desconectado de la realidad, con ideas incoherentes, ilusiones (interpretación errónea de estímulos externos reales) y alucinaciones (percepción de estímulos externos sensoriales que no existen), sin advertir su error.
·         PsicosisLa persona presenta una desorganización profunda del juicio crítico y de la relación con la realidad, asociado a trastornos de la personalidad, del pensamiento, ideas delirantes y frecuentemente alucinaciones (p.ej.: la persona siente voces que le ordenan efectuar determinadas misiones).



Estado anímico y personalidad 

A lo largo de la entrevista, de la conversación con el paciente, de la observación de sus gestos, del análisis de sus respuestas, se podrá obtener información sobre sus rasgos de personalidad y su estado anímico. Indudablemente, la evaluación de estos aspectos de muy importante para un psiquiatra. En un nivel más básico, interesa evaluar si la persona tiene una personalidad dentro de los modelos de normalidad que habitualmente se conocen y si presenta una alteración del ánimo (p.ej.: depresivo, ansioso o eufórico). También se puede evaluar la emotividad, sentimientos, voluntad, forma de reaccionar ante distintas circunstancias.


Constitución y estado nutritivo. Peso y talla

La constitución se refiere a la forma general del cuerpo. Existen varias clasificaciones. Entre ellas se distingue:
·                     Constitución mesomorfa o atléticacuando se presenta un desarrollo armónico, proporcionado. Es una persona de estatura media y complexión vigorosa.

·                     Constitución ectomorfa, asténica o leptosómica: cuando predomina un crecimiento en altura, con tendencia a ser delgado y tener extremidades largas.

·                     Constitución endomorfa o pícnica: cuando predomina una talla corta, asociada a sobrepeso.


El estado nutritivo se aprecia en primer lugar mediante la observación. Se observa el desarrollo del panículo adiposo y las masas musculares. Se buscan signos carenciales en la piel y las mucosas (queilitis, glositis, cambios pelagroídeos en los antebrazos, etc.).
También se efectúan mediciones antropométricas. Las más usadas son el peso y la talla. Otras mediciones pueden estar dirigidas a medir varios pliegues subcutáneos para estimar la cantidad de grasa corporal.

De las mediciones del peso y de la talla se puede obtener:
·                     El peso ideal para la talla: existen tablas que han estudiado el peso que debe tener una persona respecto a su talla, buscando la asociación que se relaciona con la mejor sobrevida.
Para usar una de estas tablas, se busca el peso que debería tener la persona para su talla (por ejemplo, si mide 170 cm y es hombre, debería pesar 77 kg). Luego se calcula la relación de este peso "ideal" con el peso "real" (por ejemplo, si la misma persona del ejemplo anterior pesa 84 kg, tiene un sobrepeso de 9%). El rango aceptado como normal es hasta 10% sobre el valor de referencia. Si la persona está más de 10% bajo la recomendación, podría tener un compromiso nutricional (esto no es aplicable a gente joven de contextura delgada). Sobre 20% se considera que la persona está obesa.

·                     Es conveniente tener presente que estas tablas no son enteramente confiables, sino que sirven de orientación solamente ya que hay una serie de variables que también deben ser consideradas: la contextura de la persona, su edad, la etnia de la cual procede, etc.

·                     Otra forma de expresar la relación del peso con la talla es mediante el índice de masa corporal. Esta medición relaciona el peso (en kg), con la talla (en metros) elevada al cuadrado:
Indice de Masa Corporal = Peso [kilos] / (Talla)2 [metros2]
·                     Según el valor obtenido, se clasifica la persona en alguno de los siguientes rangos:
IMC
Estado
20 - 25
Normal
25 - 28
Sobrepeso
Sobre 28
Obeso
Sobre 40
Obeso mórbido
Bajo 20
Delgado

Un aspecto interesante de este cálculo es estimar cuánto debería pesar una persona para no superar el índice de masa corporal de 25 que se considera como el límite de lo normal. Se mide la talla, se eleva al cuadrado, y el resultado se multiplica por 25 (p.ej.: si la talla es 1,7 metros, al cuadrado es 2,89, y al multiplicar por 25 se obtiene 72,2 que sería es el peso máximo en kilos considerado normal para una talla de 1,7 m).


Piel y anexos



La piel es el órgano que cubre toda la superficie corporal y al examinarla se deben evaluar los siguientes aspectos:

  • a)      Color
  • b)      Humedad y untuosidad.
  • c)      Turgor y elasticidad.
  • d)      Temperatura.
  • e)      Lesiones (primarias y secundarias).
  • f)       Anexos de la piel: pelos y uñas.



A continuación se entrega una breve mención de las características mencionadas.


Color
·         La coloración de la piel depende de varias característica.

·         Cantidad de pigmento melánico (melanina). Esto depende de la raza, la herencia y la exposición al sol. Es normal que en ciertas zonas del cuerpo exista una mayor pigmentación, como en pezones, genitales externos o alrededor de orificios naturales.

·         Riqueza de capilares sanguíneosperfusión tisular, cantidad de hemoglobinaoxigenación y grosor de la piel. Según esto se puede observar un tono rosado, rubicundo, pálido, cianótico. Esto se notará mejor en personas de raza blanca (caucásicos). Una buena perfusión tisular junto a niveles adecuados de glóbulos rojos oxigenados, produce una coloración rosada; en anemia, se aprecia palidez (especialmente en mucosas, lengua, conjuntiva palpebral, palma de manos, lechos subungueales); en poliglobulias (gran cantidad de glóbulos rojos) existe un aspecto rubicundo; una oxigenación defectuosa, con mayor cantidad de niveles de hemoglobina reducida, se asocia a cianosis (lechos ungueales, orejas, labios, lengua, mucosas en general); estados de shock (colapso circulatorio), con vasoconstricción cutánea, se asocian a palidez y frialdad (que se palpa mejor en manos, pies, orejas, punta de la nariz).

·         La presencia de otros pigmentos. Estos pueden ser de distinta naturaleza. El aumento de bilirrubina sobre 2 mg/dL se traduce en ictericia; el aumento de carotenos, tal como ocurre en bebés con alta ingesta de zanahorias, da lugar a una coloración amarillenta.

·         Varias enfermedades se asocian a cambios en la coloración de la piel. En hemocromatosis (depósitos aumentados de fierro), insuficiencia suprarrenal (enfermedad de Addison), cirrosis hepática, insuficiencia renal crónica, la piel se oscurece.

·         Como resultado de fenómenos físicos, como ocurre en zonas del cuerpo que se hiperpigmentan por efecto de roces (p.ej.: en el cuello) o por traumatismos repetidos. Personas que pasan mucho tiempo frente a braceros adquieren en las zonas más expuestas al calor una pigmentación reticulada.

·         Cambios localizados de coloración. En el embarazo, y, a veces, por estrógenos, puede aparecer una mayor coloración en la cara, especialmente en las mejillas, que se conoce como cloasma gravídico; pacientes con lupus eritematoso también pueden presentar eritema en las mejillas (por la distribución que adopta, se conoce como "mariposa lúpica").

·         Lo opuesto a lo anterior sucede cuando falta el pigmento melánico, tal como ocurre en el albinismo, que es una condición generalizada, de base genética; el vitiligo, que es una alteración localizada por desplazamiento del pigmento; o zonas de descoloración, como ocurre en las cicatrices.


Humedad y untuosidad

Humedad. Es una cualidad que depende de la hidratación, la acción de las glándulas sudoríparas, el calor ambiental y el estado neurovegetativo.

Untuosidad. Es la condición oleosa que puede adquirir la piel por efecto de las glándulas sebáceas.


Turgor y elasticidad

Turgor. Es la resistencia que se aprecia al efectuar un pliegue en la piel (p.ej.: en el antebrazo, en el área bajo la clavícula). Se relaciona con la hidratación de la persona. El turgor disminuye en personas deshidratadas.

Elasticidad. Se refleja en la rapidez del pliegue en desaparecer al separar los dedos. Depende de la cantidad de tejido elástico. En los ancianos, disminuye.


Temperatura

 Puede estar normal, aumentada o disminuida. Está aumentada en condiciones que afectan a todo el organismo (p.ej.: fiebre) o ser un signo localizado en una zona determinada (p.ej.: celulitis). Está difusamente disminuida en casos de hipotermia generalizada, reacción al frío ambiental (vasoconstricción) o por mala perfusión (p.ej.: isquemia de una extremidad).



Lesiones cutáneas

Al examinar las lesiones o alteraciones de la piel es necesario fijarse en aspectos como los siguientes:
·         Las características de las lesiones más elementales (p.ej.: si son máculas, ronchas, pápulas, etc.).
·         Cómo han evolucionado desde su aparición.

·         Su ubicación en el cuerpo. En este sentido conviene fijarse si son: (a) únicas o múltiples; (b) simétricas o asimétricas; (c) localizadas o generalizadas; (c) de distribución centrípeta (tronco y abdomen) o centrífuga (de extremidades); (d) ubicación preferente (p.ej.: zonas expuestas al sol); (e) su distribución en el cuerpo (p.ej: siguiendo un dermátomo en el herpes zóster).
·         Si las lesiones tiende a confluir.

·         Los síntomas a los que se asocian (p.ej.: dolor, prurito, sensación de quemazón).
·         Las circunstancias en las que aparecen (p.ej.: con relación a un determinada enfermedad o por uso de medicamentos).

·         En ocasiones es necesario precisar si el paciente ha viajado, sus condiciones sociales, contacto con personas que tengan lesiones similares, contacto con animales, actividad laboral, etc.
Las lesiones cutáneas pueden ser elementales, si es la primera manifestación (p.ej.: pápulas, vesículas), o secundarias, si son consecuencia de otra lesión que apareció primero (p.ej.: costras, cicatrices).


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